Actualmente, hasta este año 2021, los desarrollos inmobiliarios han destacado por ser uno de los principales motores de la economía nacional, sin embargo, parte del sector se ha visto en decaída por diversos factores.
El producto interno bruto (PIB) del sector de la construcción en México se situó alrededor de los 1,01 billones de pesos mexicanos en 2020. Esto representó una caída del 17,2% en comparación con el PIB del sector de la construcción reportado en 2019.
Actualmente el sector de la construcción ha mostrado una caída del -25% en el 2020 y el 2021 continúa con números a la baja.
Los edificios sustentables actualmente representan una alternativa a dicha problemática, ya que utilizan prácticas y materiales que son respetuosos con el medio ambiente y que permiten ahorrar costos de operación para la construcción.
Un edificio sustentable se refiere a la utilización de prácticas y materiales respetuosos del medio ambiente (con ventajas ambientales o ambientalmente preferibles) en la planeación, diseño, ubicación, construcción, operación, y demolición de viviendas. El término se aplica tanto a la renovación y al reacondicionamiento de edificios preexistentes como a la construcción de nuevos edificios.
Algunos de sus elementos básicos de los edificios sustentables se basan en buscar soluciones para diversas cuestiones como lo son:
Algunos ejemplos de edificios sustentables en México son el Centro de Investigación en Energía de la UNAM, la Biblioteca Vasconcelos, el Instituto Nacional de la Salud, el Museo de Sitio de Xochicalco, El Centro Campestre Asturiano, el Club de los Pumas, la Biblioteca de la UAM-A, los Museos de la Ruta Zapata, la Universidad Cristóbal Colón Campus Calasanz, La Torre de Ingeniería de la UNAM, en otros varios ejemplos en todo el país.
La carencia de permisos de impacto urbano y ambiental es lo que ha ocasionado una constante cancelación en las obras, por ello es por lo que diversos desarrolladores inmobiliarios han recurrido a la práctica sostenible cada vez más durante los últimos años.
Para que los edificios puedan tener el término “sustentable” deben pasar por procesos de certificación que avalen su factibilidad.
Actualmente en México estamos posicionados como uno de los países que más certificaciones LEED posee en las grandes edificaciones, es por lo que esta ha cobrado relevancia al contribuir de manera significativa en el ahorro de recursos y el cuidado del aspecto ambiental.
Las cifras muestran que, de acuerdo al Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos, México ocupa el octavo lugar entre los 10 primeros países en el mundo con más Certificaciones Leadership in Energy & Environmental Design (LEED) y se espera que esta tendencia siga en aumento. También hay 1,075 proyectos comerciales registrados en esta certificación con un total de 31.5 millones de metros cuadrados en área bruta rentable (ABR) y 750 en LEED.
En la capital es notoria esta tendencia a través de edificios tales como la Torres HSBC, la Torre Virreyes, la Torre BBVA y Punta Reforma quienes poseen tecnologías para reducir insumos, gastos eléctricos y de agua, así como desechos sólidos.
Para los edificios bioclimáticos en México también se implementan estrategias desde la construcción que incorporan diversas etapas sustentables, pasando por el diseño y los recursos que permiten aprovechar al máximo condiciones favorables que el tiempo otorgue es como este tipo de construcción sustentable México se abre espacio.
Aquellos inversionistas que deseen desarrollar edificios autosustentables necesitan verificar con precisión los lineamientos que logren la mayor eficiencia ambiental en pro no solo de su proyecto sino de la sociedad.
Algunos de los beneficios de desarrollar edificios sustentables en México es que la población crece cada día más y ante ello es necesario crear áreas urbanas a través de la arquitectura que vayan de la mano con políticas públicas que brinden una mejor calidad de vida a los habitantes de las grandes urbes.
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